Aquí os dejo un cuento infantil para leer a niños pequeños antes de dormir. Se trata de un cuento corto ambientado en un bosque encantado por el que desfilan animales mágicos y maravillosos.
Un cuento rápido para niños en el que aparecen animales que hablan, árboles, flores, lagos y praderas, fomentando la atención en el niño y desarrollando su imaginación y curiosidad por los eventos que tienen lugar.
Resumen: Una madre y su hijo pequeño salen a pasear por un parque. Allí se encuentran con un conejo saltarín , con patos, con un búho, ardillas, luciérnagas y otros seres.
Título: Aventuras en el Parque Mágico.
Tiempo de lectura: 5 minutos.
Edad: A partir de 3 años.
Aventuras en el Parque Mágico
Érase una vez un día soleado en el pequeño pueblo de Brisaluz. En ese día tan especial, María, una madre muy cariñosa, decidió llevar a su hijo Lucas a dar un paseo por el mágico Parque Arcoíris. Este parque, conocido por su belleza y encanto, estaba lleno de árboles altos, flores vibrantes, criaturas mágicas y senderos llenos de secretos esperando ser descubiertos.
Madre e hijo se dirigieron al parque con una canasta llena de bocadillos, pastelillos y una manta para sentarse y disfrutar del día. A medida que caminaban por los senderos, una risa emocionada se escapaba de los labios de Lucas, que se sentía ya muy feliz. El parque estaba lleno de colores, y cada rincón parecía esconder un nuevo misterio.
Al poco tiempo, se encontraron con el primer habitante del parque: el Señor Conejo Saltarín. Era un conejo blanco, con orejas largas y rabo corto, que saltaba de un lado a otro sin parar. Boing-boing-boing. Lucas no pudo resistir la tentación de acariciarlo, y madre e hijo comenzaron a saltar juntos, riendo y divirtiéndose mucho.
Después de un rato, continuaron su paseo y llegaron al Lago Brillante. Allí, descubrieron a la Señora Pata y sus diez patitos, nadando alegremente. Cua-cua-cua. María y Lucas se sentaron a la orilla del lago, disfrutando del suave sonido del agua y lanzando migas de pan a los diez patitos. Los pequeños patitos siguieron a María y Lucas por el lago durante un rato, y luego volvieron con la Señora Pata.
Mientras caminaban más profundamente en el parque, se toparon con un bosque encantado. Árboles mágicos, con hojas brillantes y raíces profundas, saludaban a los visitantes. De repente, en lo alto de una rama, apareció un búho llamado Don Sabio, que les contó historias fascinantes sobre el bosque y les enseñó canciones de pájaros que llenaron el aire de melodías encantadoras.
Lucas, con ojos brillantes, le preguntó a Don Sabio cuál era la criatura más mágica en el parque. El búho pensó un momento, sonrió y les indicó el camino hacia la Pradera de las Mariposas Mágicas Resplandecientes. Allí, miles de mariposas de todos los colores y formas revoloteaban alrededor de flores fragantes de increíble belleza. María y Lucas se quedaron maravillados, persiguiendo delicadas mariposas que bailaban en el aire.
Después de un día lleno de risas y descubrimientos, madre e hijo decidieron hacer un pequeño pícnic bajo un gran árbol. Mientras disfrutaban de sus bocadillos, vieron a la Señora Ardilla haciendo acrobacias entre las ramas. Lucas la observó con fascinación y decidió compartir algunos frutos secos con ella. La ardilla aceptó los regalos y, en agradecimiento, le dio a Lucas un collar hecho de hojas y bellotas.
Con el sol comenzando a ponerse, María y Lucas decidieron volver a casa. Pero en su camino de vuelta encontraron a un simpático mapache llamado Don Travieso que les guió a través de un atajo secreto. El atajo los llevó a otra pradera llena de brillantes luciérnagas que iluminaron la noche con su resplandor mágico.
Finalmente, madre e hijo llegaron a casa con los corazones llenos de alegría y recuerdos mágicos. Se dieron las gracias mutuamente por el maravilloso día que compartieron en el Parque Arcoíris. María le dio un beso a su hijo Lucas en la frente y le susurró: «Recuerda, la magia está en todas partes, solo necesitas abrir los ojos y el corazón para verla».
Y así, en el pequeño pueblo de Brisaluz, cada vez que el sol brillaba, María y Lucas sabían que el Parque Arcoíris estaba esperando con nuevas aventuras y sorpresas.
Fin

