El Wendigo y otros relatos extraños y macabros

Valdemar anuncia para el mes de marzo la publicación del volumen El Wendigo y otros relatos extraños y macabros del escritor inglés Algernon Blackwood.

El presente volumen (464 páginas) reúne una selección de los mejores relatos de Blackwood: veintitrés historias extraídas de nueve diferentes colecciones publicadas entre 1906 y 1921.

La ilustración de portada es obra de Santiago Caruso y la traducción corre a cargo de Francisco Torres Oliver, José María Nebreda y Marta Lila Murillo.

Aparte de “El Wendigo” (1910), en el que Blackwood nos hace experimentar como nadie el horror y el pánico que posee a un grupo de cazadores en plena naturaleza salvaje cuando sienten la perturbadora presencia de un ser abominable, otros relatos destacados de esta selección son “Los sauces” (1925), que narra las extrañas y terroríficas experiencias que sufren dos jóvenes excursionistas tras acampar una noche en un misterioso e inquietante islote del Danubio.

Otros de los cuentos elegidos para esta antología son “La casa vacía” (1906), en el que un investigador psíquico acude a la llamada de su tía para pasar una velada en una casa encantada que aún conserva el horror de una antigua tragedia, o “El que escucha” (1907), con el que el lector vivirá en primera persona, a través del diario de un escritor solitario y sonámbulo, la progresiva obsesión provocada por el asedio furtivo de un misterioso personaje que ronda su apartamento.

Portada de El Wendigo

Portada de Índice de El Wendigo y otros relatos extraños y macabros

Algernon Blackwood (1869-1951), «cuya voluminosa obra se encuentra entre las más bellas de la literatura espectral de todos los tiempos», según Lovecraft, «es el maestro absoluto e indiscutible de la atmósfera fantástica».

Autor de obras fundamentales del género como “El Wendigo” o “Antiguas brujerías”, Blackwood tenía una profunda fe en el más allá y en la reencarnación, lo que le llevó a interesarse por el budismo, el hinduismo y la teosofía. Viajó por todo el mundo y se afilió a la Orden Hermética de la Golden Dawn.

En 1906 apareció su primer libro, «The Empty House and Other Ghost Stories», al que siguió dos años después una colección de relatos del popular investigador de lo oculto John Silence (Gótica 46).

Sus obras son consideradas por varios críticos como las mejores de la literatura del horror y de lo extraño, junto a las de sus contemporáneos Lord Dunsany y Arthur Machen.

Belfegor, El fantasma del Louvre

La editorial Valdemar anuncia para este mes de septiembre la publicación del volumen Belfegor, El fantasma del Louvre del escritor francés Arthur Bernède.

Arthur Bernède nació en la Bretaña francesa en 1871. Fue un escritor muy prolífico que no solo escribió numerosas novelas policiacas, históricas, de aventuras y de espionaje, sino también obras de teatro, libretos de ópera y guiones cinematográficos.

En 1919, viendo que el cine se abría paso como una nueva narrativa, fundó junto con el actor Louis Feuillade y el escritor Gaston Leroux, autor de «El fantasma de la Ópera» –con la que la presente novela guarda cierta relación–, la Sociedad Cinéromans, una empresa de nuevo cuño destinada a la producción tanto de novelas como de películas.

Bernède adaptó al cine veinte de sus obras. La más popular, «Judex», narra el enfrentamiento de un justiciero contra los banqueros en defensa de una viuda y un huérfano. Miembro de la masonería, luchó toda su vida por lograr el justo reconocimiento de los derechos de autor.

«Belfegor» apareció inicialmente en el periódico Le Petit Parisien por entregas diarias entre enero y marzo de 1927. Su trama, llena de misterio y suspense, se inicia una noche en la que un vigilante del museo del Louvre sorprende en la Sala de los Dioses Bárbaros a un intruso enmascarado de pie junto a la estatua de Belfegor, dios de los moabitas.

El agresor huye perseguido por el guardia y acaba esfumándose. Al día siguiente, la extraña figura vuelve a aparecer y ataca a otro vigilante dejándolo malherido junto a la estatua derribada. El inspector Menardier es encargado de la investigación oficial, pero también se verán implicados en el asunto Chantecoq, “el rey de los detectives”, y el intrépido reportero Bellegarde.

En los dos meses que duró la publicación del serial, en Francia no se habló de otra cosa. Finalmente, en 1965, la televisión francesa emitió la mítica serie «Belfegor, el fantasma del Louvre».

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